Una cosa es ver esta pieza en libros y otra cosa es poder verlo y sentarse en el, además de sus dos bellas butacas que lo acompañan.
Ver esta pieza, que increiblemente resulta tan calida, siendo industrialmente tan fría,
hablando de los materiales que lo conforman, como el acero y los tornillos mecanizados.
Realmente el buen gusto de Florence Knoll era impecable, y para muestra un boton.
LA SERIE BARRAS PARALELAS DE KNOLL.
Si les gusto, vengan a Freak Hansen, están a su disposición.